martes, 1 de noviembre de 2011

QUIÉN DICE QUE SOMOS NECIOS Y CALLAMOS

Buenas tardes señora Educación:

Siento que este enferma aunque era de esperarse  con los golpes que le han dado aquí en Madrid, pero deje de llorar y no se deprima más que ya estan aquí los que lucharan por usted ,profesores y alumnos que no son engañados por palabras bonitas dichas por aquellos que se consideran nuestros representantes.
La crisis dicen , hay que ahorrar dicen y entonces yo me pregunto ¿ por qué los favorecidos son los colegios privados?¿por qué estas familias pueden desgravar 900 euros por hijo mientras que en la escuela pública se reducen profesores y se ajustan presupuestos? y yo me sigo preguntando ¿dónde esta el señor Ahorro? ¿se perdió en el camino?.
¡Ya basta¡ Son demasiadas preguntas sin respuestas, estudiamos y trabajamos en la pública pero no somos tontos, no somos menos que a los que ayudáis ,¡somos iguales¡ y merecemos una educación digna como ellos .Que los recortes solo afectan a los profesores ¡ja¡ ¿Quién es el necio que ha dicho eso? Si hay menos profesores trabajan más, si hay menos profesores tienen que haber más alumnos en cada optativa y si no hay alumnos suficientes , esos alumnos tienen que ir a otras optativas y los profesores para completar su jornada laboral tienen que dar clases en asignaturas en las que no tiene preparación .
No es su culpa ni la nuestra ,pero ¿ no merecemos algo mejor?.
Sí, mi querida señora Educación intentan matarte ,intentan crear un mundo lleno de ignorantes, pero no se lo permitiremos porque tenemos ideas por las que luchar , haremos huelgas, concentraciones, cadenas humanas... y veremos que no somos los únicos ya que habrá gente con histórias parecidas o peores que las nuestras con colegios especiales cerrrados ,sin excursiones, sin materiales en los laboratorios..., así que señora Educación pierda el miedo porque nos haremos escuchar y si no lo logramos tendremos el consuelo de saber que somos muchos intentando lo mismo, y que no somos necios que callamos cuando intentan engañarnos